En ese marco, la RIET te acerca este informe en donde podrás conocer los aspectos generales que surgen alrededor de la reducción del horario laboral en el mundo, los casos de éxito en países como Islandia, Nueva Zelanda, España, Japón, Suecia, Estados Unidos, Alemania, los que aún se encuentran sin resultados hasta la fecha y la situación de Argentina.
La rápida adopción de tecnologías y la aceleración de la digitalización contribuyeron a crear un nuevo marco para discutir la reducción de la jornada laboral. Sin dudas un gran reto para los países y sus mercados de trabajo: definir el perfil del trabajo en las próximas décadas.
La duración o el volumen de las horas de trabajo, especialmente las horas de trabajo excesivamente largas, pueden tener consecuencias importantes tanto para los trabajadores como para las empresas. Las consecuencias adversas de las largas jornadas se derivan de alteraciones en el sueño, los ritmos biológicos y la vida familiar y social de las personas, que a su vez tienen efectos negativos sobre su nivel de fatiga y su estado de ánimo y, en última instancia, sobre su salud, seguridad y desempeño en el trabajo (Tucker y Folkard, 2012). Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una jornada laboral extensa se denomina a aquella que supera las 48 horas semanales y señala que el exceso de trabajo genera pérdidas de hasta un 3% del PBI. Los impactos entre los trabajadores son diversos: estrés, baja la productividad, aumenta el ausentismo, se relaciona con enfermedades crónicas, aumenta el riesgo de contraer enfermedades de distinta índole desde estrés y agotamiento hasta afecciones cardíaca.